El clóset de un niño puede ser uno de los espacios más complicados porque requiere de un tipo de almacenamiento que se adapte a cada etapa de crecimiento. Por ello, es indispensable pensar en un diseño flexible y funcional que vaya a la par de ese pequeño que crece sin parar.

• Crea espacios accesibles. Es importante que tu hijo pueda alcanzar los objetos que le permites utilizar a diario. Así evitarás que algún accidente y además lo alentarás a ordenar sus cosas él mismo.
• Asegúrate que haya un lugar para cada cosa. Ten un espacio destinado para cada objeto: juguetes, ropa y artículos escolares. Coloca etiquetas con letreros o imágenes para indicar qué contiene cada canasta o cajón. Incluso los adolescentes valoran este tipo de organización.
• Prepara a tu niño para el éxito. Enséñale a mantener las áreas de estudio ordenadas y limpias. Bríndale los sistemas de almacenamiento necesarios para tener organizada su habitación. También un escritorio que se despliega del clóset es una excelente idea.
• Piensa en la tecnología. Es posible que desees agregar una estación de carga para su computadora, smartphone o tablet. Mientras está pequeño puedes poner tapaderas de seguridad para evitar accidentes.
• Cuando tu hijo entre a la adolescencia, dale el regalo de decidir su estilo. Hagan juntos ajustes en su habitación, cambien puertas, cajones y herrajes de su clóset para darle otro look a la habitación. El tomar en cuenta su opinión será de gran valor para él.
• Adapta. Conforme tu hijo crezca, pedirá mayor privacidad. Elijan cajones y gabinetes donde pueda resguardar sus objetos personales.